Decenas de francotiradores y vehículos blindados de la Policía de Canadá han llegado hace unos días al territorio del pueblo Wet’suwet’en para reprimir la resistencia indígena que está en contra de la construcción de un gasoducto.
El proyecto, que impactará el ambiente y el modo de vida ancestral, se pretende imponer en el territorio indígena ubicado en la provincia de Columbia Británica, en el oeste del país. Aunque las autoridades ancestrales no hayan dado su consentimiento, la corte suprema de Canadá ha decidido que el gasoducto de la empresa TransCanada debe ser construído y que la resistencia indígena es ilegal.