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El pueblo organizado puede vencer a cualquier enemigo

A 40 años de la victoria de Vietnam sobre el imperialismo

Lunes 29 de junio de 2015, por OLEP

Históricamente, el capitalismo se ha expandido por todo tipo de territorios con la intención de imponer su dominación, por ejemplo, en América Latina, Asia y África este sistema se impuso por medio de la violencia para saquear y explotar los recursos y la fuerza de trabajo de pueblos enteros. Sin embargo, han existido luchas heroicas de estos pueblos por sacudirse la explotación colonialista, capitalista e imperialista, así como también para construir una sociedad más justa.

La lucha del pueblo de Vietnam es una de ellas, simboliza la lucha de todo un pueblo contra la dominación imperialista. La historia de los vietnamitas está marcada por la resistencia contra el colonialismo y el imperialismo, resistencia del pueblo organizado para poner un alto a las agresiones, saqueos y explotación capitalista.

A finales del siglo XIX, Vietnam, Laos y Camboya integraban Indochina, una colonia francesa. Ante la arbitrariedad y la explotación colonial surgieron diversos movimientos y organizaciones que se plantearon la lucha por la liberación nacional, entre ellos, uno de los más importantes, el Partido Comunista de Indochina (PCI) que nació en la década de los treinta.

Durante la Segunda Guerra Mundial las tropas japonesas intervinieron en la zona norte de Indochina, el colonialismo japonés ganó control político y militar en esa región del mundo, pero también se encontró con la indoblegable resistencia del pueblo vietnamita. En 1945, Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre territorio japonés, lo que provocó que este país quedara destruido y, como una de muchas consecuencias del ataque nuclear, perdiera el control sobre el territorio indochino. En este contexto estalló la insurrección popular conocida como la Revolución de Agosto, la cual consiguió tomar el poder. En octubre de 1945 nació la República Democrática de Vietnam Independiente.

Ante este hecho, Francia decide invadir otra vez Vietnam para recuperar su dominación, lo que desata una guerra entre el colonialismo francés y las fuerzas populares vietnamitas. La lucha continuará hasta 1954, cuando el pueblo vietnamita logra la victoria definitiva contra el ejército francés en la batalla de Dien Bien Phu, victoria dirigida por el general Vo Nguyen Giap. En ese mismo año se realizó la Conferencia de Ginebra, donde fueron planteadas distintas propuestas para terminar el conflicto y se llegó a varios acuerdos, los cuales no fueron respetados por Francia, trabando el proceso de independencia y unificación de Vietnam.

La nueva nación quedó partida en dos, Vietnam del Norte, socialista, y Vietnam del Sur, bajo tutela de los imperialistas. Los vietnamitas entendieron que la lucha por la reunificación de su patria sería larga y que los acuerdos firmados no garantizaban que terminaran las agresiones que empujaban los colonialistas franceses, apoyados por el imperialismo estadounidense, el cual al menos desde 1950 ya intervenía en Vietnam por medio del envío de asesores militares, ayuda material y financiera que, después de 1965, se convertiría en una abierta intervención militar al enviar a sus propias tropas a combatir a territorio vietnamita.

La guerra de intervención directa que EU sostuvo contra Vietnam fue una guerra profundamente desigual en términos de armamento y potencia de fuego. El ejército estadounidense sembró el terror en Vietnam del Sur por medio de bombardeos y ametrallamientos, quema de viviendas y el exterminio de comunidades enteras y, al mismo tiempo, bombardeó de manera brutal Vietnam del Norte, teniendo como objetivos ciudades, fábricas, hospitales, escuelas y lugares de sembradío, con la intención de privar de ayuda y comida a los vietnamitas revolucionarios del sur.

Pero los vietnamitas no se quedaron observando cómo su pueblo era exterminado: estudiaron al imperialismo y definieron la táctica a seguir para derrotarlo. Todo el pueblo se sumó a la lucha. Obreros, campesinos, trabajadores del campo y las ciudades se unieron en torno a un objetivo: la independencia de su patria y la lucha por la construcción del socialismo. La lucha por el socialismo imprimió al ejército popular y a todo el pueblo vietnamita su carácter de indestructible e ingenioso, sin contar con el armamento más avanzado, las masas desataron toda su creatividad para luchar contra el enemigo. Trampas artesanales, lanzas de bambú y caña, así como las armas capturadas al enemigo, fueron su principal arsenal.

El Partido de los Trabajadores del Vietnam (PTV, sucesor del PCI) y el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur (conocido internacionalmente como Vietcong) supieron organizar, movilizar y educar a todo el pueblo. La guerra del pueblo demostró su superioridad mientras más se prolongaba la lucha. La dirección del PTV, encabezada por Ho Chi Minh, supo caracterizar correctamente la situación a la que se enfrentaba y trazó una estrategia de guerra adecuada para vencer al enemigo. Finalmente, EU tuvo que desistir de su intento por continuar la guerra y en el año de 1973, en París, se tuvo que comprometer a retirar todas sus tropas de territorio vietnamita.

Un aspecto importante del esfuerzo organizativo del pueblo vietnamita fue el trabajo de la crítica y la autocrítica, el cual se convirtió en un ejercicio constante y permitió corregir errores entre los cuadros y los combatientes, así como relacionar correctamente el aspecto político y el militar. El marxismo-leninismo fue aplicado de manera creativa según las tareas y orientaciones tácticas y estratégicas a desarrollar, es decir, fue la poderosa arma ideológica para alcanzar la victoria revolucionaria.

La lección de Vietnam nos enseña que el pueblo organizado puede vencer al imperialismo más feroz, aunque el enemigo de clase aparente ser más fuerte, la realidad histórica nos indica que el pueblo organizado puede alcanzar la victoria y construir el socialismo.

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección RECUPERANDO LA HISTORIA del No. 8 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 13 de junio de 2015.

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