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Todos unidos por el derecho a la salud y a la vida

Trabajadores de la salud y derecho-habientes

Domingo 26 de abril de 2015, por OLEP

Hasta hoy, han sido distintas las políticas de los gobiernos encaminadas a privatizar, paulatinamente, el sistema público de salud, así como a golpear y vulnerar derechos laborales de quienes trabajamos. Aun así, muchos trabajadores no saben de esta situación y la mayoría de los que saben desafortunadamente no les importa porque no todos dimensionan las consecuencias.

Las políticas más recientes que deterioran las condiciones laborales son el “programa de profesionalización” y la pretendida reforma al sistema de salud, la cual se anuncia como la “universalización” de la salud. ¿De qué se tratan éstas dos medidas? La “profesionalización” afecta al área de Enfermería, Trabajo Social y Rehabilitación Física, ya que se desvaloriza el trabajo de estas ramas del sistema de salud. En dicho programa sólo se puede escalafonar (subir de nivel en el trabajo) una vez, independientemente del nivel académico; es excluyente para quienes no son trabajadores de base y no tienen un mínimo de dos años de antigüedad, además de que afecta los salarios.

La reforma de salud acelera el proceso de privatización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ya que favorece la subrogación de la atención, lo que significa la entrega de recursos a empresas privadas en detrimento de los trabajadores de dichas instituciones, y de los derechohabientes.

De hecho ya vivimos una transición hacia la privatización de la salud. Por ejemplo, los procesos como la hemodiálisis, laboratorio clínico, endoscopia y hemodinámica se encuentran ya en manos de empresas privadas que triplican los costos reales. Podemos afirmar que las carencias a las que nos enfrentamos los trabajadores de la salud, y las que los derechohabientes vivimos y sufrimos, se deben a la política neoliberal capitalista misma que en el sistema público de salud se ve reflejada en el abandono de las instituciones: falta de insumos básicos como vendas, jeringas, gasas, medicamentos, etcétera.

Todos vivimos y sufrimos el poco tiempo del que dispone el personal médico para la atención de los pacientes. La capacidad de hospitales y clínicas se ve sobrepasada: faltan camillas, consultorios; hay demasiados pacientes para el personal que labora y en lugar de contratar más personal tenemos cientos de trabajadores del sector salud sin empleo. A todo esto hay que sumar los casos de corrupción de los altos funcionarios del sector salud, que se enriquecen a costa de la vida de miles de niños, adultos y ancianos que requerimos la atención médica.

La Asamblea Intergremial de Enfermeras, Trabajadores Sociales y Terapistas Rehabilitadores Físicos (AIGETT) surgió como un espacio de coordinación que tiene como principales demandas la derogación del programa de “profesionalización” y el reconocimiento de la categoría de enfermería en el sistema de salud público. Ha tenido como logros poder aglutinar e informar a profesionales de la salud sobre en torno a estas dos demandas, además de hacer escuchar su voz frente a las autoridades que pretenden ignorarlos.

Sin embargo, los trabajadores de la salud no podrán enfrentar solos la problemática. Es necesario tener presente que en la lucha por mejorar las condiciones laborales, y en la defensa del derecho humano a la salud, es imprescindible la participación de los derechohabientes y no derechohabientes, es decir, de todo el pueblo. Por ello, la creación de espacios organizativos donde coincidamos trabajadores, derechohabientes y no derechohabientes, es imprescindible.

Por lo anterior, el contenido de nuestra actividad en foros, brigadas de agitación, volantes, carteles y redes sociales debe tener las siguientes orientaciones:

La defensa de los derechos laborales. La lucha por los derechos laborales es central, y no es sólo en beneficio del gremio (ni únicamente por mejoras salariales). Lo es para mejorar las condiciones en las cuales trabajan médicos, enfermeros y todo el personal de salud. Esto nos permitirá mejorar las condiciones de atención y de vida para el paciente y toda la clase trabajadora.

En defensa de la salud y la seguridad social. El artículo 4° constitucional establece el derecho a la salud; el 123° a la seguridad social; incluso, la salud es un derecho humano que obliga al Estado a garantizar otros derechos (como el de alimentación adecuada, trabajo digno, vivienda digna, acceso a agua potable, entre otros). Debemos conocer nuestros derechos y ejercerlos.

El compromiso de solidaridad con el pueblo que también lucha en contra de la injusticia y la desigualdad. Recordemos que el gobierno, desde hace mucho tiempo, se ha encargado de pisotear al pueblo: la reforma laboral, educativa y energética forman parte de una política que empobrece al pueblo. Un hecho reciente que todos tenemos presente es que la desaparición forzada de 43 normalistas es una clara muestra de la represión que ejerce el Estado contra el pueblo, con tal de imponer sus intereses a costa de lo que sea. Hay que informarnos de otras luchas, acabar con la apatía y la dispersión para luchar unidos contra las injusticias y la desigualdad.

Desde FRAGUA difundiremos la información sobre la lucha encabezada por el movimiento de enfermería. Esta información hay que compartirla con todos los trabajadores del sector salud: intendentes, camilleros, médicos, enfermeras, nutriólogos, trabajadores sociales, trabajadores del laboratorio, asistentes médicos, y también con futuros trabajadores del sector salud estudiantes de universidades y escuelas de carreras afines.

Sabemos que el movimiento puede atravesar por dificultades en el proceso de lucha, sin embargo, por encima de las diferencias que puedan presentarse en el proceso de organización deben sobresalir los principios de la lucha para incorporar a más compañeros de trabajo (incluso médicos y personal administrativo), motivar su participación y fortalecer la lucha por el derecho humano a la salud, y el mejoramiento de sus condiciones laborales, así como la atención hacia el pueblo.

¡La defensa de los derechos laborales de los trabajadores de la salud es la lucha por mejorar la atención de los pacientes!

¡Porque la lucha por un sistema de salud más humano y digno es parte de la lucha por el socialismo!

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección SALUD del No. 6 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 7 de marzo de 2015.

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