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Dentro de la pregunta vámonos ayudando… Medios libres – medios de paga Versión 2.0

Lunes 1ro de septiembre de 2014, por Nebulosa


Nuestra rabia es contra el capitalismo
Subcomandante Insurgente Moisés

Agradecemos la invitación de los compañeros del MIZ a participar en estas comparticiones sobre los medios libres. Saludamos las palabras que los Subcomandantes Galeano y Moisés nos dieron el 10 de agosto de 2014: nos la debíamos compañeros! Esas palabras siembran una amplia reflexión sobre lo que estamos haciendo como medios libres y por ello queremos agradecer a los compañeros subcomandantes el que hayan abierto estos espacios para compartir y actuar en colectivo.

Primera parte: los muchos modos de ser medios libres

1. ¿Por qué somos diferentes de los medios de paga?

Medios libres – Medios de paga establece una diferencia entre quienes reciben remuneraciones y venden la comunicación y quienes comunican como una forma de construir otro mundo, otra sociedad.

Los medios de paga reproducen la organización capitalista de la comunicación en su esencia: la contratación de asalariados, el objetivo de lucro, la dependencia respecto del poder del dinero. Esta organización en “empresas mediáticas” permite una importante generación de mensajes que, sin embargo, no llegan, ni todos, ni completos, al público consumidor de información y conocimientos. Esta es una de las principales debilidades de los medios de paga: sólo emiten los mensajes que son rentables, la información y el conocimiento pueden ser deformados por las empresas mediáticas, pues su monopolio les permite mentir y seguir obteniendo ganancias.

2. Un horizonte para los medios libres

Los medios libres, entendidos como aquellos que han desterrado la relación básica del capitalismo, a saber, la compra de trabajo asalariado, buscan formas no capitalistas para generar informaciones y conocimientos. Tres son las prácticas que han abierto camino a los medios libres hacia una organización no capitalista: la reapropiación de las tecnologías, la independencia respecto de los grandes proveedores de servicios de comunicación, la independencia respecto del Estado. Esas prácticas crean un “ritmo interno” que va modelando cada medio libre, ocupado en construirse de manera autónoma más que en figurar o participar en las coyunturas. A los medios libres no nos manda la lógica de la “eficiencia” mediática, situada en los tiempos de la inmediatez, sino que nos creamos a partir del diálogo: nuestra principal función hasta ahora es la de testimoniar: nos organizamos para que la palabra de los que estamos luchando vuele lejos y quede constancia de nuestras búsquedas de un mundo mejor. No habría medios libres sin nuestra participación directa en las luchas sociales. Otra diferencia sustancial con los medios de paga es que los medios libres estamos por la libre circulación de las informaciones y los conocimientos: el copyright es el otro extremo de la cadena capitalista y por ello, nos esforzamos en colectivizar tanto los resultados de nuestra actividad como los medios para crear comunicación.

3. Contra la mercantilización de la comunicación

Cualquier práctica que limite la comunicación juega a favor del capitalismo. Si el diálogo y la diversidad son los colores de nuestro mundo, debemos favorecer la libre circulación de los mensajes y la difusión de las tecnologías que nos permiten comunicar. No combatimos al monopolio mediático creando un “label-medios libres” sino a través de la liberación de la comunicación: libre circulación de la palabra y las informaciones, libre acceso a los medios de comunicación. En este camino, buscamos dejar de ser medios y convertirnos en espacios de comunicación libre y directa donde se crean las condiciones para suprimir las especializaciones y potenciar el diálogo social.

4. ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante los trabajadores de los medios masivos de comunicación?

La idea de que esos trabajadores son mercenarios al servicio de las empresas mediáticas es una primera aproximación que nos sirve para desterrar los protagonismos en los medios libres. Sin embargo, si nos quedamos en esa sola afirmación, perdemos de vista que, como el resto de los trabajadores, la mayor parte de los profesionales de la comunicación están sometidos a la precariedad, las malas condiciones de vida y en particular a los riesgos que representan tanto el crimen organizado como los gobiernos autoritarios y criminales. Por encima de esa gran mayoría de comunicadores profesionales están los capos de la verdad (López Dóriga, Alatorre, etc.) y sus amos, los empresarios dueños de los medios masivos de comunicación (Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, etc.): esos son nuestros enemigos. Con los trabajadores de la comunicación debemos tratar de tejer lazos solidarios e intercambios de saberes que enriquezcan y amplíen las experiencias autonómicas en los medios libres…

Segunda parte: ¿Cómo le vamos a hacer?

1. Necesitamos enlazarnos, y ello lo podemos comenzar a hacer mediante:

a. El intercambio de materiales: se trata de hacer ágil el acceso a los materiales que creamos así como apoyarnos mutuamente en su difusión.

b. Crear espacios y modos de intercambio de conocimiento. Mejorar las formas en que creamos y compartimos conocimientos. Enriquecer los espacios mezclando diversas formas de expresión (por ejemplo, sumar video al audio y viceversa, crear versiones impresas de contenidos electrónicos, etc).

c. Crear redes de respuesta y seguimiento ante hechos represivos.

d. Vías seguras de comunicación entre nosotros: proponemos comenzar por trabajar el anonimato y la encriptación de nuestras comunicaciones en la red, evitando en lo posible los canales más vigilados como son las redes sociales, los teléfonos y los correos "en claro", para comunicarnos entre nosotros: esos espacios son excelentes
para la difusión de nuestros mensajes, pero son un campo fértil para la policía.

2. Reconocer las diferencias del trabajo.

Tanto en las ciudades (y su aislamiento) como en las comunidades (donde hay relaciones más cercanas pero muchas veces se tienen menos medios técnicos y de comunicación).

3. Enlazarnos sobre la base del respeto.

Ya lo dijo el Subcomandante Moisés: "Todos tienen las ideas buenas y no sale pues porque a fuerzas quieren que sea aceptado lo que dice uno, lo que dice otro, y esto, pero a los compañeros, lo que podemos hacer es ver cuál es lo que sí les funciona, pero solamente esto podemos detectarlo si es que escuchamos y si es que observamos..."

4. No dar paso al protagonismo.

Sino buscar formas para "que pese más la información que quién la produce" y establecer plataformas de difusión colectiva, con lo cual podamos caminar lejos de la lógica de los medios de paga que privilegian la individualidad de una persona o de ciertos colectivos por encima de la chamba conjunta de los medios muy otros.

5. Aprender a procesar y superar nuestras diferencias.

La guerra de exterminio y la crisis social que vivimos exigen que pongamos por delante el trabajo colectivo y lo que nos une. Las diferencias no hay que callarlas sino aprender superarlas desde la confianza y el diálogo fraterno, pero sobre todo, dejando que sea la práctica la que marque qué funciona y qué no nos sirve para construir ese mundo nuestro y para todas y todos.

El Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías será una excelente oportunidad para consolidar y ampliar las tareas de los medios libres, en una perspectiva de que nazcan espacios de comunicación libre por todo el país y seamos capaces de enlazar a los pueblos que en México y el mundo luchan contra el monstruo capital. Nuestra radio se declara lista y toma su lugar en esta lucha que es, sin duda, una de las más importantes de los tiempos actuales.

Ké Huelga Radio

libre, social y contra el poder

Agosto de 2014



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