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Sobre el Auditorio Ché Guevara a mes y medio de su “reapertura”

Jueves 6 de febrero de 2014, por OLEP

El pasado 19 de diciembre de 2013 un grupo de “individualidades y colectivos anarquistas” tomaron por la fuerza, de noche y en periodo vacacional el Auditorio Ché Guevara; este hecho fue autodenominado “reapertura”. Desde entonces el Auditorio ha permanecido cerrado para los colectivos y organizaciones integrantes del movimiento social y estudiantil que, desde hace cuatro años, veníamos desarrollando diversas actividades culturales y organizativas en la Coordinación del Auditorio Ché Guevara.

A un mes y medio de que dicha acción fue realizada, las condiciones en las que se desarrolla la problemática en torno al Auditorio Ché Guevara nos interpelan como integrantes del movimiento social y estudiantil para posicionarnos en torno a la misma. No se trata de lo que las autoridades universitarias (o el Estado, a través de las mismas) y las “individualidades y colectivos anarquistas” han pretendido mostrar: una confrontación de diferencias organizativas irreconciliables entre uno y otro grupo.

El ataque, por medio de difamaciones y acusaciones infundadas, en contra de las organizaciones integrantes de la Coordinación del Auditorio Ché Guevara (específicamente contra el Comité Cerezo México y la Brigada Multidisciplinaria), es otra de las formas por medio de las cuáles se criminaliza a los luchadores sociales que son más incómodos para el Estado. En la coyuntura que hoy nos atañe, es preciso señalar que dicho grupo de “individualidades y colectivos anarquistas”, conscientemente o no (quizás “sin querer queriendo”), están jugando el papel del Estado, allanando el camino para que éste pueda intervenir en el momento que considere pertinente y asestar un duro golpe a los procesos organizativos que confluían en torno al espacio que es el Auditorio Ché Guevara.

Dicha “reapertura” (¡nótense las comillas!) obstaculiza, más no paraliza, las actividades y el trabajo político orientado a la construcción de espacios de discusión y núcleos organizativos que sirvan al movimiento social en sus diferentes expresiones (tanto en el ámbito cultural como en otros, a través de foros de denuncia abiertos a organizaciones estudiantiles y sociales como el FNLS, el FPFVI y la FECSM, entre otras). Así las cosas, la “reapertura” no sólo afecta a la Coordinación del Auditorio Che Guevara, sino al movimiento social en su conjunto.

Frente a toda la retórica truculenta que busca sostener discursos “libertarios (encaminados a pretender la justificación de la “reapertura” que por la vía de los hechos mantiene cerrado el Auditorio Ché Guevara), está el otro discurso, el del trabajo diario de cuatro años: el trabajo con el que se han abierto puertas y canales que han permitido articular acciones entre diversos frentes del movimiento social durante contingencias y coyunturas políticas dentro y fuera de la UNAM.

Por lo tanto, como estudiantes de la UNAM y, sobre todo, como integrantes del movimiento social, reiteramos nuestro rechazo a la “reapertura” del Auditorio Che Guevara ya que sólo ha servido para cerrar este espacio y ponerlo al servicio exclusivo de un grupo de “individualidades” que se reclaman anarquistas con nulo trabajo organizativo vinculado a las luchas de nuestro pueblo.

El rechazo que, como organización expresamos, responde también a la preocupación de que dicha situación sea utilizada como pretexto y herramienta de las autoridades universitarias en contra del movimiento estudiantil y social, a través de los diversos mecanismos de represión que ha desarrollado en contra de toda manifestación crítica por parte de universitarios y no universitarios.

Invitamos a la comunidad estudiantil, al movimiento social, a informarse de la problemática actual por la que atraviesa el Auditorio Ché Guevara; a participar activamente de la discusión política en torno a la misma, tomando con precaución las declaraciones de las autoridades de la UNAM, ya que el discurso enarbolado desde las mismas, va a pretender que el problema atañe solamente a dos grupos en pugna por un auditorio (que no es verdad), e intentará invisibilizar el hecho de que la “reapertura” forma parte de una amplia campaña de ataques a los espacios de organización política dentro de la UNAM (lo quieran asumir las “individualidades anarquistas” o no).

Por último, no está de más mencionar que esta “reapertura” ocurre en medio de una severa agudización del proceso para criminalizar la protesta social, por parte del Gobierno Federal y del Distrito Federal (GDF). Es el Estado, a través de las autoridades universitarias y sus grupos de choque abiertos y encubiertos, el más interesado en anular un auditorio que ha funcionado como espacio medular en la concentración de fuerzas y propuestas organizativas: el Auditorio Ché Guevara. Mientras el Auditorio permanezca “reabierto” pero cerrado, o en manos de un grupo reducido de personas que le hacen el juego al Estado, éste se beneficiará al por mayor (máxime si en un momento dado se realiza una “retoma institucional” por parte de las autoridades de la UNAM).

Por las razones antes expuestas es una tarea fundamental para el movimiento social y los estudiantes organizados demostrar que, en la lucha diaria, la disciplina y la discusión política son primordiales para avanzar políticamente, en detrimento de acciones como la “reapertura”, mismas que sólo abonan a las políticas represivas del Estado en contra de la lucha política dentro y fuera de la Universidad.

Organización de Lucha Estudiantil y Popular (OLEP)

olep.contacto@gmail.com

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