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Peña Nieto ¿Y Monsanto no es un monopolio?

Lunes 18 de marzo de 2013

ASOCIACIÓN NACIONAL DE EMPRESAS COMERCIALIZADORAS DE PRODUCTORES DEL CAMPO A. C.

POR UNA MODERNIZACIÓN DEL CAMPO CON CAMPESINAS Y CAMPESINOS
Defendiendo la agricultura campesina y Construyendo la soberanía alimentaria

Comunicado de Prensa No. 057

México D.F., a 17 de marzo de 2013.

PEÑA NIETO ¿Y MONSANTO* NO ES UN MONOPOLIO?

- La autorización de siembras de maíz transgénico en fase comercial en Sinaloa y Tamaulipas pondría en grave peligro la salud de los mexicanos, a los campesinos y la biodiversidad en México.

- Los permisos para siembra de maíz transgénico en fase comercial en Sinaloa y Tamaulipas serían ilegales, sólo beneficiarían a las empresas trasnacionales y profundizarían la dependencia alimentaria.

- Basta de la complicidad gubernamental con los monopolios del campo y de las mentiras de Monsanto que vende su obsoleta, dañina e innecesaria tecnología como un producto milagro.

- Es posible lograr la autosuficiencia alimentaria con campesinos, sin transgénicos y sin monopolios.

Mientras los discursos antimonopolios inundan la Opinión Pública, Peña Nieto busca entregar nuestro maíz a empresas trasnacionales que monopolizan las semillas en el mundo entero. Estos permisos solo favorecerían a estas empresas, en tanto perjudicarían gravemente a todos los mexicanos, tanto a productores como a consumidores. Incluso, la biodiversidad tendrá graves consecuencias como lo reportó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en cuanto a la disminución en 59% de la presencia de la mariposa monarca en la última temporada de hibernación 2012-2013 por, entre otros factores, el impacto de los herbicidas -específicamente el glifosato, predominantemente con la marca Round Up de Monsanto- en el algodoncillo, considerado maleza, pero es el alimento del lepidóptero.

Las solicitudes para sembrar más de 2 millones de hectáreas en Sinaloa y Tamaulipas fueron hechas por Monsanto desde septiembre del año pasado. Estas no fueron aprobadas por el gobierno de Calderón pues sabía que si lo hacía, pasaría a la historia como el Presidente Monsanto. Si Peña autoriza la siembra comercial de maíz transgénico pasará a la historia como el Presidente que regaló a cambio de nada nuestra planta sagrada, patrimonio de los mexicanos, a las empresas trasnacionales.

Decir que esta tecnología acabara con el hambre del mundo es una gran falsedad porque lejos de incrementar los rendimientos se ha demostrado que las plantas tienden a disminuir su productividad, máxime si /como ahora se hace/ se suman eventos transgénicos a la misma. Por otra parte, lejos de disminuir el uso de agroquímicos los transgénicos incrementan su uso, lo cual se ha corroborado en los pocos países que usan esta tecnología.

La mayor parte de los países del mundo rechazan esta tecnología acogiéndose al principio de precaución. Los productores en México no necesitan estas semillas modificadas genéticamente, al contrario sería un atentado a la agricultura que durante años han practicado y abriría la posibilidad de la apropiación y monopolización de este sector por unas cuantas empresas.

Autorizar la siembra comercial de maíz transgénico en Sinaloa pondría en grave riesgo a todos los que nos alimentamos cotidianamente de maíz.

Como lo hemos mencionado en distintas ocasiones el camino verdadero hacia la autosuficiencia alimentaria se requiere de una nueva revolución tecnológica con campesinos y sin transgénicos. Se requiere un cambio paradigmático de modelo de agricultura en el marco de la construcción de un nuevo sistema agroalimentario y nutricional y una nueva política de Estado de largo plazo con base en los principios de la soberanía alimentaria, sustentabilidad, solidaridad con las generaciones venideras y el respeto pleno a los derechos económicos, sociales y culturales de toda la población, incluyendo los derechos individuales y colectivos de los campesinos y pueblos indios. Es preciso pasar de “una agricultura de insumos a una agricultura de conocimientos y procesos” con base en la pequeña y mediana unidad de producción rural. Se trata de una verdadera revolución tecnológica y social como la única vía para alcanzar la autosuficiencia alimentaria y una vida digna para los campesinos y las comunidades rurales del país. Para mayor información consultar http://www.anec.org.mx/zona-anec/nueva-revolucion-tecnologica-con-campesinos-y-sin-transgenicos

Con la nueva revolución tecnológica es posible alcanzar múltiples resultados, entre otros: impulsar la productividad sustentable; aumentar la rentabilidad; regenerar y proteger los recursos naturales; producir alimentos sanos y nutritivos para el autoconsumo y el mercado nacional; revalorizar el trabajo campesino y los modos de vida rurales; reactivar la economía agrícola y rural; reconstruir la cohesión social a escala familiar, comunitaria y étnica; brindar oportunidades de empleo e ingreso dignos para la juventud del campo; amortiguar los impactos negativos del cambio climático, y proveer las mejores estrategias de adaptación al mismo. Y sobre todo, garantizar la autodeterminación en materia alimentaria, económica y tecnológica y la seguridad alimentaria a largo plazo del país y esto lo sabe muy bien el secretario de Agricultura Enrique Martínez y Martínez.

Además tres científicos altamente destacados (Antonio Turrent, Tim Wise y Elise Garvey) en su estudio “Factibilidad de alcanzar el potencial productivo de maíz de México” demuestran han demostrado que Mexico puede lograr la autosuficiencia en maiz sin transgenicos. http://anec.org.mx/publico/noticias/noticias-de-interes/noticias-de-interes-pdf/factibilidad-de-alcanzar-el-potencial-productivo-de-maiz-de-mexico

México como centro de origen y de diversificación constante del 16% de los alimentos del mundo debe ser resguardado por un Gobierno responsable, así lo demanda personajes como el relator por el Derecho a la Alimentación de la ONU y miles de científicos del mundo. La decisión responsable que hoy debe tomarse por parte del Gobierno es suspender cualquier permiso de siembra de maíz y soya transgénica en fase experimental, piloto o comercial.


* De acuerdo a datos de CoNABIO las solicitudes de liberación al ambiente de OGMs en México en el periodo de 1988 al 2012 las prresentaron: 70% Monsanto (con tres diferentes nombres) y 13.61% Pioneer (asociada con Dow AgroSciences de México S.A. de C.V.); Bayer de México S.A. de C.V. tiene el 5.25% y Syngenta casi el 3%, Dow AgroSciences de México, S.A. de C.V. sola el 1.63%

Así entre Monsanto, Pioneer, Bayer, DowAgroSciences y Syngenta presentaron el 90% de las solictudes

Y los Centros de Investigación (entre los cuales esta Cimmyt con 1.6%) presentaron 3.68% de las solicitudes.

A nivel internacional Silvia Ribeiro con datos ETCy en general manejamos que el 90% de las patentas son de Monsanto.

Es importante observar que la mitad de los Eventos de maíz para los que se han otorgado permisos del 2005 al 2011 –5 de 10—son de una sola empresa: Monsanto, lo cual abre la posibilidad a prácticas monopólicas que esta empresa pueda ejercer sobre las semillas de maíz, a través del establecimiento de patentes. Otra expresión de la extrema monopolización que se esta permitiendo e incluso favoreciendo en nuestro país, se observa al revisar las características de los 106 permisos concedidos durante 2009, 2010 y 2011: en 86 de los permisos esta involucrado por lo menos un evento MON, es decir que el 81% de los permisos benefician a la empresa Monsanto. Llama la atención que muchos de los permisos con eventos MON (de Monsanto) son otorgados para empresas diferentes a Monsanto, lo cual constituye otra práctica monopólica a través de patentes.

Ejemplo: Permiso No. 048_2012 para fase piloto, solicitado por PHI México, S.A. de C.V. para Maíz MON-ØØ6Ø3-6 en SINALOA.


Enrique Pérez S.

Coordinador de Prensa y Comunicación

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