Portada del sitio > Movimientos > Pueblos originarios > “…y vuelven a sonar los tiros por esos mismos motivos”

“…y vuelven a sonar los tiros por esos mismos motivos”

Jueves 15 de septiembre de 2011, por Epifanio Díaz Sarabia

San Juan Copala, septiembre de 2011. A pocos días de cumplir un año sin actos de agresión, las cenizas intermitentes de violencia en la región triqui que no se han podido apagar por completo vuelven a convertirse en llamaradas. Contra toda lógica de las condiciones que dieron origen a la solicitud de las medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso de San Juan Copala, desde las comunidades vinculadas con el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULT-I), Guadalupe Tilapa, Santa Cruz Tilapa y Yosoyuxi, surgen las ráfagas de fuego de AK-47, R-15 y M-16 que hacen retemblar los montes y laderas de la región. El eco de los disparos simulan doble fuego; las balas caen a escasos metros levantando humaradas de polvo. Hay que moverse pronto, porque el que dispara afina su puntería y en el próximo disparo una “lima” caliente puede atravesar tu frágil cuerpo. Eso lo saben los habitantes de Coyuchi y Cieneguilla, comunidades circunvecinas al capital del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), El Rastrojo, por eso, temerosos acuden en busca de ayuda de organismos de derechos humanos y medios de comunicación, pero no son vistos ni escuchados. Y es que todavía pesa sobre ellos el calificativo de “paramilitares”, nombre infortunado con el que fueron conocidos en el mundo web.

Tan pronto como cesaron los fuegos, vino la lamentable muerte de tres personas en Agua Fría Copala. Como era de esperarse, los asesinatos son atribuidos al MULT quien a través de las redes sociales comienza a defenderse sin mucho éxito. La voz de Reina Martínez Flores gana terreno en los medios de comunicación, pero la dirigencia del Movimiento de Unificación y Lucha Independiente-Municipio Autónomo de San Juan Copala (MULTI-MASCJ) guarda silencio porque bien sabe cómo se desarrolló el trágico incidente donde perdieron la vida las tres personas. Fuentes vivas de los hechos tienen identificados a los culpables de estas muertes y aseguran que los asesinos no son del MULT. Por ahí arrojan también las conclusiones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, quien ya ha pronunciado que solicitará sendas órdenes de aprehensión contra los presuntos culpables. Las mismas fuentes nos hablan de una muerte más en estos mismos días, una muerte más que le pesa a Guadalupe Tilapa, pero que no sale a luz pública porque es un asunto que se queda “en casa”. Una muerte con una carta póstuma que dice “no se culpe al MULT de mi muerte, sino a la impericia y a la desesperación”.

En este mismo cauce flota la renuncia del Centro Regional de Derechos Humanos Bartolomé Carrasco Briseño (Barca) y el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi), de seguir representando a los peticionarios del Municipio Autónomo de San Juan Copala (MASCJ) ante la Secretaría de Gobernación, consecuentemente ante la CIDH. La renuncia obedece, según el escrito dirigido a la Secretaría de Gobernación por los peticionarios, a que no han podido coincidir con el Foro Permanente de la Comisión de la Verdad sobre los criterios de procedimiento e implementación de dichas medidas cautelares.

Pero no todo suena a desgracia, en lo que va de este año hubo varios que llaman la atención. El más destacable de ellos, el triunfo de una selección de basquetbol de niños triquis de la Unidad Deportiva Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (UD-MULT), que puso en alto no sólo el nombre de la región triqui, sino el del estado de Oaxaca en dos torneos nacionales de baloncesto, donde los pequeños deportistas arrasaron en categorías y lugares. Asimismo, hubo una disminución de ataques cibernéticos anónimos y la reconsideración pública de algunos periodistas e intelectuales respecto al conflicto triqui.

Como en todos nuestros cierres, la solución al añejo conflicto pasa necesariamente por el diálogo entre los propios triquis y la intermediación desinteresada de los distintos actores en el conflicto. El movimiento por la paz que encabeza Javier Sicilia, y que se encuentra hoy en la mixteca, es una puerta más que habrá que tocar en búsqueda de una paz duradera en la región; a éste se ha acercado el MASCJ-MULT-I, esperamos que de esto haya un resultado positivo.

Comentar este artículo