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Secretaría de Salud de Guerrero responsable de la muerte de indígena me’phaa

Miércoles 7 de septiembre de 2011, por julieta

BOLETÍN DE PRENSA

Secretaría de Salud de Guerrero responsable de la muerte de indígena
me’phaa

· Una muerte materna más por negligencia médica en La Montaña

· El caso evidencia las deficiencias del sistema de salud en
Guerrero

Tlapa, Guerrero a 6 de septiembre de 2011.

Ayer 5 de septiembre de 2011, Doroteo Espinoza Apolinar, indígena Me´phaa de la comunidad de Tlacoxochapa, municipio de Atlixtác, Guerrero, presentó formalmente una queja ante la Comisión de Defensa de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CODDEHUM) por la omisión del Dr. Saulo Juárez Altamirano, médico de la comunidad de Tlacoxochapa; del director del Hospital General de Acapulco; del director del Hospital General de Ciudad Renacimiento “Dr. Renato G. Alarcón” en Acapulco; de Alfredo Tito Arroyo, Jefe de la Jurisdicción Sanitaria 04 de la Región de la Montaña; y de Lázaro Mazón Alonso, Secretario de Salud del Estado de Guerrero; personas y funcionarios a quienes responsabiliza de la muerte de su hija Juana Espinoza
Salgado. Asimismo, solicitó a la CODDEHUM que recomiende a las autoridades competentes que inicien los procedimientos legales para sancionar a las autoridades mencionadas.

Juana Espinoza Salgado, nació en la comunidad de Tlacoxochapa. la cual se ubica a cinco horas de distancia de la ciudad de Tlapa, Guerrero. Para acceder hay que transitar por un camino escabroso y accidentado, prácticamente inaccesible en tiempos de lluvia. La mayoría de las viviendas no tienen piso firme y viven en condiciones de hacinamiento. Cuentan con un médico y una enfermera que sólo trabaja de miércoles a jueves con un horario de 8 a 3 de la tarde.

A los 12 años, Juana tuvo que salir de su casa para ganarse la vida en los campos de Sinaloa, allá se casó y tuvo 2 hijos. En las últimas fechas se encontraba embarazada y decidió regresar a su pueblo natal. Cuando venía a la altura de Ixtapan de la Sal, Morelos, el autobús se volcó saliendo gravemente su esposo y sus hijos. Todos fueron internados en un hospital cercano, cuando su estado de embarazo era más avanzado decidió ir a la comunidad de Tlacoxochapa para estar a lado de sus padres.

El 20 de julio de este año Juana dio a luz un varón, horas más tarde inició con complicaciones. Le empezaron a dar dolores en el pecho y en la cabeza, el cuadro se fue complicando, por ello, a la una de la madrugada sus padres dieron aviso al médico de la comunidad, quien se negó a asistir a Juana diciendo que lo haría al amanecer. A las 4 de la madrugada Juana ya había tenido 4 convulsiones y sangraba abundantemente por la boca. Sus padres se vieron forzados a ir a suplicar al médico que asistiera a Juana. Después de una hora de ruegos, el médico asistió. Diagnosticó que la presión la tenía
muy alta, por ello recomendó que la llevaran al hospital comunitario de la comunidad de Acatepec, ahí nada pudieron hacer, y fue trasladada al Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense ubicado en Tlapa, donde tampoco pudieron hacer nada, por lo que la trasladaron a Acapulco.

A las 4 de la mañana del día 22 de julio cuando llegaron al Hospital General de Acapulco, los médicos que la acompañaban informaron que, ahí no la podían recibir porque no había camas disponibles. De inmediato se trasladaron al Hospital de Ciudad Renacimiento “Dr. Renato G. Alarcón”. Los médicos empezaron a gestionar su ingreso mientras Juana y su padre, el señor Doroteo, se encontraban en la ambulancia estacionada en la explanada de ese hospital. La información de los médicos era la misma, no podían recibir a
Juana porque no había camas disponibles. Las horas transcurrían mientras el señor Doroteo miraba con impotencia cómo la salud de su hija iba empeorando.

Miró fijamente su reloj: eran las 6 de la mañana. En ese momento Juana empezó a convulsionar fuertemente. Doroteo salió corriendo a avisar a los médicos que lo acompañaban, quienes regresaron y la empezaron a reanimar. Al cabo de 15 minutos le dijeron: “Juana ha muerto, ya nada se puede hacer, tú tienes la culpa por no haberla traído a tiempo al hospital”. Doroteo con lágrimas en los ojos sólo atinó a decir: “Señores, en mi pueblo no hay carros, ni carreteras para ir a Tlapa, yo la traje lo más pronto que pude, pero ustedes no la atendieron”.

El caso de Juana evidencia claramente la deficiencia de los servicios de
salud, pero también las condiciones de pobreza y marginación en que viven los pueblos indígenas de Guerrero. Contradice las cuentas alegres de los informes oficiales. Deja al descubierto los malos tratos, la discriminación y las carencias de los servicios de salud. En este caso, las autoridades violaron los derechos que a favor de Juana Espinoza Salgado establece la Constitución y los Tratados Internacionales en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que a raíz de la reciente Reforma Constitucional son de observancia obligatoria para cualquier autoridad.

Por todo ello, exigimos:

* A la CODDEHUM la inmediata integración de la queja y la emisión de la correspondiente recomendación a los médicos y a las autoridades sanitarias responsables.

*A las autoridades correspondientes imponer las sanciones legales a los funcionarios responsables que omitieron brindar atención a Juana Espinoza Salgado.

* A las autoridades federales y estatales brindar los servicios de
salud de calidad para evitar más muertes maternas en el estado.

*A las autoridades estatales y federales cumplir y garantizar los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales a favor de los pueblos indígenas

Ver en línea : CDH Tlachinollan

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