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La reedición de la Guerra Sucia en Oaxaca

Fase: “Los Caza recompensas”.

Viernes 25 de marzo de 2011, por Chaquistle

“Con el nombre de Guerra Sucia se conoce en México a un conjunto de medidas de represión militar y política encaminadas a disolver a los movimientos de oposición política y armada contra el Estado mexicano”.

Definición según: Wikipedia.

Hoy en Oaxaca como en todo México se libran varias batallas, muchas de estas nos involucran querámoslo o no, la más visible es la no solicitada “Guerra contra el Narcotráfico” que ha emprendió el señor Presidente a nombre de una sociedad que no está convencida, de la belicosidad en que se ha tornado esta propuesta política que se ha salido de control de los estratos y niveles de “seguridad”, y que tampoco esta sociedad se convence de la legitimidad del propio gobierno que yerro tras yerro, conduce a un desánimo social.

Bajo el lema del Gobierno Federal “Vivir Mejor”, el primer bombardeo nos llega sin previo aviso en los medios de comunicación y de ahí saltamos kilómetros para que en otro frente de esta guerra al escuchar hasta el Cansancio un “Oaxaca de Todos”, ninguno de los dos requiere de conocer las cifras de sus engaños, para parafrasear sus dichos ni vivimos mejor y Oaxaca tampoco es de todos. Basta observar, leer o discutir con sentido crítico en el pozo en que nos han sumergido y que parece, no hemos tocado fondo. Hoy pasamos con asombro de la esperada y deseada protección en el tema de seguridad en los niveles de gobierno a la etapa de intentar generar “caza recompensas” eludiendo en esta nueva fase su responsabilidad de trabajar, para que sean los ciudadanos quienes ejecuten su labor, pero de esta nueva careta existe una delgada línea entre encontrar a las personas desaparecidas por dinero y desaparecer a las personas también por dinero.

Existen varias interrogantes con no son medulares, pero si necesarias para comprender esta nueva faceta del Gobierno local o federal, en este nuevo capítulo de la llamada Guerra Sucia, con la desaparición forzada del profesor CARLOS RENE ROMAN SALAZAR, exhiben y ofrecen sin ningún rubor la cifra de 500 mil pesos, por quien otorgue datos verídicos para su localización, y en la lógica del mismos estado, sería necesario preguntar si este dinero pertenece a los fondos públicos generado por los mismos impuestos, lo que propicia preguntar ¿en qué partida presupuestal está contemplado?, O ¿quién va a erogar esta cantidad? En ambos casos no hay explicación, por lo que es atinado preguntar que si no hay una partida presupuestal, ¿no se está cometiendo un desvío de recursos? o quien es tan dadivoso para colocar de su billetera esta cantidad.

Siguiendo estas mismas interrogantes y sacando cuentas según la revista electrónica emeequis (1) “Refieren el informe de la CNDH y la recomendación es 26/2001, que da cuenta de 275 desapariciones” lo que equivaldría a la suma de 137,500,000.00 (ciento treinta y siete millones quinientos mil pesos) por 275 personas desparecidas según la CNDH; pero es interesante el saber porque unas personas empiezan a tener valor comercial tazadas según criterios poco claros y otras el gobierno le apuesta al olvido, como es el caso de los dos presuntos miembros del Ejército Popular Revolucionario (EPR) Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, que desde el año 2007 no tienen cabida ni en sus agendas, ni en su discursos, mucho menos en su presupuesto.

De vuelta al frente de guerra mediático, hasta el hartazgo las televisoras promocionaron “gratis” el documental de “Presunto Culpable”, situación que comparada, no sucedió con el largometraje de “Digna hasta el último Aliento” que versa sobre el asesinato de la abogada Digna Ochoa y Plácido, que en su última etapa de vida era la defensora en el caso de los hermanos (2) Cerezo Contreras; en donde señalan lo que sabemos de cierto, la disfuncionalidad del sistema de impartición de Justicia, en este detonante mediático no esconde la intención de una reforma Judicial que avalada por un parte de la ciudadanía para que a modo, se le dé cabida a una nueva estructura que siga ignorando los intereses sociales, en donde posiblemente se incluya la figura de “caza recompensas”, y en este contexto se encamine a marginar aún más los ya lacerados derechos humanos.

El Estado de Oaxaca como un perfecto laboratorio de este tipo de pruebas, generados por una poco visible “Guerra Sucia”, en contra de organizaciones, concibe el escenario adecuado para observar, así como “analizar” el desarrollo y respuesta organizativa; esto nos lleva a detectar que agrupaciones “legales” que se dicen “revolucionarias”, guardan un silencio cómplice, o que por puro “formato” emiten una exclamación de presunta indignación.

Esta etapa de crear las condiciones en que algunos estratos sociales al sentirse tan lacerados en lo económico, se explica en la versión que nos otorga Raúl Zibechi en su libro (1-1) “Contrainsurgencia y miseria” en donde señala “La principal finalidad de la labor de contra insurrección debe de concretarse en influir en el comportamiento y actuación del pueblo”, ahora bajo esta tesis, el aprovechar la miseria para ofrecer recompensas de “estado” no solo resultaría ilegal, si no perverso desde la óptica que se le desee observar.

Por hoy la denominada Guerra Sucia tiene varias acepciones: “Contrainsurgencia”, “Terrorismo de estado”, “Escuadrones de la muerte”, “Paramilitares”, “Parapolicías”, “Guerra de Baja intensidad”, “Miseria” y hoy se lanza en Oaxaca la fase de los “Caza-recompensas”, sin embargo ni con todo sus recursos económicos podrán cubrir los costos según sus “tabuladores de la muerte” la desaparición de las Mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, el tráfico de personas e infantes, la muerte de los niños de la Guardería ABC, los opositores políticos, las comunidades desplazadas, los migrantes desaparecidos, así como un extenso listado de afrentas.

En la lógica del estado su pretensión de desgastar o debilitar al opositor sin el mínimo de pérdidas, se explica en su deseo de mantenerse en el poder bajo las circunstancias que el mismo genera, posibilitando la negociación, degradando de este modo el valor humano a meras mercancías de cambio, la columna vertebral del Movimiento Popular – la Sección XXII del SNTE – en Oaxaca se encuentra en esa encrucijada, al asumir como táctica central la Movilización-negociación-movilización; para el momento de definir el rumbo de cómo enfrentar esta nueva etapa de la Guerra Sucia, será necesario consensuar, si es ético sentarse a negociar con quien te reprime y desparece, ya que no solo está en juego sus demandas económicas, ahora los costo tienen nombres y apellidos, tienen familia, empleos, amigos y un futuro hoy truncado; eso no lo solucionaran sus recompensas.

Queda en el aire un tufo de la participación del Estado Mexicano en estos hechos, sus deslindes ya no son creíbles, surgirán hipótesis o “líneas de investigación” donde se promuevan “suicidios voluntarios”, “crímenes pasionales” o su “inmersión en el crimen organizado”; nunca importaran tanto la multiplicidad de prácticas para estos hechos, un creciente sector de la sociedad comienza a entender que el peligroso es el Gobierno.

Ahora como antes solo nos resta acuñar la consigna de la madres de la Plaza de Mayo en Argentina: ¡¡¡ AHORA, AHORA, SE HACE INDISPENSABLE… PRESENTACIÓN CON VIDA Y CASTIGO A LOS CULPABLES !!!

Oaxaca de Magón.

Hoy con cierto miedo...
Pero mañana las calles serán nuevamente nuestras.

las.calles.son.nuestras@gmail.com

Web grafía:

(1) http://www.m-x.com.mx/2011-03-21/documentan-ong-3-mil-personas-desaparecidas-en-mexico-de-2006-a-2010/

(2) Informe sobre la desaparición forzada en México 2011

Bibliografía:

(1-1) Zibechi, Raúl “Contrainsurgencia y Miseria” Mayo 2010/ Cooperativa “Pez en el Árbol”.

Para saber más visite:

http://www.desaparecidos.org/mex/

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